22 | diciembre | 2023
Querida comunidad:
¿Cómo los encuentro en este viernes pre-navideño?
Espero que tengan más gozo que estrés, y que disfruten todo el trajín. de estos días, que aunque puede sacar lo peor de nosotros, también es una grandiosa oportunidad para detenernos a elegir cómo queremos reaccionar, a qué le queremos dar importancia, y qué queremos sentir y pensar al respecto del caos.
Ayer lo practiqué en las compras navideñas, en un centro comercial que cada minuto recibía más gente, se los juro nunca deja de impresionarme la cantidad de gente que se ve en esta época, ni el tráfico: ¿De dónde salimos tantos?
En ese caos, atasque y locura, elegí observar todo lo que sucedía, la música que sonaba, las luces (AMO LAS LUCES), elegí enfocarme en comprar regalos funcionales para mi gente; no el más brillante y más espectacular, sino lo más funcional y la pasé muy bien, la verdad.
Hasta me compré un libro que no tenía de Rosario Castellanos y me puse demasiado feliz.
Me puso demasiado feliz que todos los regalos también entraron en el presupuesto planeado: ESTO ES UN NOTICIÓN jajaja y creo que lo logré porque estuve muy calmada en todo el proceso, muy consciente de lo que veía, de lo que compré. Y esta historia de mis compras navideñas se las traigo por el tema de hoy:
LOS REGALOS
En las entregas anteriores les conté sobre el amor, la divinidad, y todo lo que esta época evoca. Bueno, los regalos también son una parte importantísima de esta época, los regalos, las luces, los árboles atascados de esferas (si tú no atascas tu árbol o no pones árbol como yo, no pasa nada, más adelante te cuento), tiene un mensaje importantísimo para nosotros:
Estás aquí, hoy, ahora, en esta encarnación que disfruta y ama la materia. Esa materia no está separada de tu parte espiritual, en este presente tu experiencia implica disfrutar lo material. Es tu derecho divino disfrutar la creación.
Observa cada regalo como una bendición en tu vida, como la posibilidad de manifestar lo grandioso así como manifestaste una taza de chocolates.
Cada esfera, moño y luz en los árboles de navidad (de tu casa, tus amigos, del centro comercial) son un recordatorio de todo lo que puedes crear en tu vida, de todo lo que está disponible para ti. Y más importante: Es un recordatorio de todo lo que ya creaste en tu vida, todo lo que algún día deseaste y ya está aquí, todo lo que no sabías que querías y también ya está aquí.
Esta navidad te invito a contar tus bendiciones, a contar lo que ya tienes en tu vida. Observa cómo te sientes después de ser consciente de ello, y desde ese lugar siente tus planes, sueños y objetivos total y absolutamente posibles para ti.
El arbolito de navidad tiene un significado increíble y lo escribí hace mil años en el blog, les dejo el enlace por si quieren echarle un ojito:
23 | diciembre | 2020
Crecimos escuchando que la Navidad es para amar y compartir, y creo que más allá de verlo desde un enfoque consumista o de cliché, la Navidad se celebra porque nació Jesús, el maestro que vino a enseñarnos a amar verdaderamente.
¿Y a qué se refiere eso? A amar nuestras decisiones, lo que somos hoy y lo que hemos sido. Y por lo tanto, amar a todos los seres de la Tierra porque todos, sin importar que tan malvados percibamos a algunos, TODOS fuimos creados por la misma fuente amor infinita, y dentro de TODOS existe la capacidad y el don de amar.
Y querida comunidad, a disfrutar al máximo la temporada navideña. Gracias por estar aquí, gracias por su amor, por sus mensajes, por sostenerme durante este año de sanación profunda para mí.
Les deseo una Navidad en donde sientan el amor más profundo, que sientan a Dios/Universo presente en cada parte de sus vidas, y que reciban los regalos que tiene esta experiencia humana para ustedes.
¡Feliz Navidad! 🎄
Gracias por leernos,
Ale, Made y Nuri
💗
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