14 | junio | 2024
Querida comunidad:
¿Cómo están?
Esta pregunta no sólo es una formalidad, realmente mi deseo con esa pregunta es que cuando abran este correo la lean y se detengan unos segundos a preguntarse ¿Cómo estoy hoy? ¿Cómo me siento? Es una invitación a observarse sin juzgarse, sin juzgar cómo están, que simplemente se observen.
Este día llego a sus correos con una reflexión inspirada por mis gatos y la escribo mientras Canelo está sentado frente a mí viéndome fijamente jaja, quisiera ponerles una foto mas no tengo mi celular cerca.
El otro día estaba lavándome la cara en la noche y, por alguna razón, esta rutina les encanta a mis gatos, ellos ven que yo entro al baño, que me amarro el melenón y entran. Entran a subirse al mueble del baño a verme. Y bueno, aprovecho para abrazarlos y darles unos besos.
Mientras me lavaba la cara los observaba y pensaba ¿Cómo hubiera sido su vida si no los hubieran sacado de la calle? ¿Podrían jugar como juegan?
Y los imaginé todos feralitos (así se les llama a los gatos que no son domesticados, que viven en la calle). Me los imaginé teniendo que defenderse de perros, gatos, humanos... Me los imaginé hostiles y pensé "definitivamente no se podrían relajar a mitad de la nada como se relajan aquí".
Mis gatos son una bola suavecita de pelo que se dejan besar, arrullar, que buscan que les de cariñito, que confían en mí y confían en los humanos porque viven en un entorno amable con ellos, aquí no están en peligro, nadie los agrede, ni los ataca. Aquí pueden amar y ser amados.
Lo mismo pasa con los humanos: nuestra naturaleza es ser amorosos, es ayudar a los demás, es sonreír, es contemplar y disfrutar la vida; es el entorno en el que vivimos el que nos hace vivir a la defensiva, enojados unos con otros, siendo egoístas y reactivos.
Tu naturaleza no es vivir en estrés, a la expectativa del peligro. No es vivir enojada/o con todo y con todos. El que tú seas así es el resultado de vivir en un ambiente hostil, llámese trabajo, familia, relación, amigos. Incluso la ciudad (el tráfico con calor saca lo peor de los seres humanos).
En este correo quiero invitarte a dos cosas:
1. A recordar que tu naturaleza es la alegría, la tranquilidad. Emocionarte por la vida, despertar y sentir gratitud por el día y por tu vida.
2. Si no es así, te quiero invitar a reflexionar sobre el entorno que está influyendo en que tú no vivas en paz.
Y ojo, el entorno no sólo es físico: El entorno mental en el que vives ¿Qué pensamientos tienes? ¿Qué información estás consumiendo? ¿Qué conversaciones mantienes?
Creo que merecemos vivir en paz. Merecemos vivir con un sistema nervioso equilibrado y en paz. Y sobre todo, merecemos darnos el tiempo de buscar lo que sea que nos de esa tranquilidad.
Puede ser ir a un concierto de música clásica, tomar clases de pintura, hacer yoga, salirte a correr, tomar una taza de té, no frecuentar más a ciertas personas.
Tú eres lo más importante de tu vida, prioriza tu bienestar.
Siempre va a haber pendientes y cosas "súper importantes que requieren ser resueltas". Te tengo noticias, si eso no se resuelve ahorita ya hoy mismo, se va a resolver. Tal vez implique ciertas consecuencias, mas a menos de que sea una cirugía de corazón abierto y la vida de alguien depende de ti, creo que TODO puede esperar.
Te abrazo muchísimo y deseo que vivas con una tranquilidad como la de mis gatos: la tranquilidad de saber que todas tus necesidades están cubiertas y que en el entorno en el que vives todos te aman, te admiran.
Con la certeza absoluta que duermes con tanta paz que te ves totalmente adorable mientras duermes, tan adorable que merezca la pena que alguien tenga su celular lleno de fotos tuyas durmiendo jajaja.
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Gracias por leerme,
Ale
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