21 | junio | 2024
Querida comunidad:
Hoy les escribo desde una lluviosa mañana en CDMX y, ¿qué creen?
¡¡MI NUBE VOLVIÓ!!
Me siento tan agradecida y feliz porque otra vez estoy en mi maravillosa nube. Seguramente se preguntaran ¿de qué nube hablas?
Bueno, así le llamo al estado en el que me siento sostenida en todo momento, en el que me siento optimista.
Cuando veo que todo sucede por una razón y que estoy en paz con lo que sea que suceda. Cuando me siento con el corazón llenito de gratitud. Y en el que más que vivir en guerra conmigo, con mis circunstancias y con la vida, estoy verdaderamente en paz: me siento orgullosa de mí y todo lo que hago es un "wow, me rifé, soy la mejor" jaja.
Ésta es la famosa nube de MVI porque a esta nube llegan la mayoría de mis alumnos a lo largo de los programas y es la nube a la que aspiramos volver cuando algo nos saca de ese lugar.
Les cuento que llevaba desde marzo viviendo en una nube, desde el viaje a Madrid yo estaba en la nube. Todo en mi vida se sentía alineado, mágico y grandioso. Hasta las elecciones en México.
Platicábamos Nuri, Made y yo que se sintió como un corte energético muy impresionante. Había tenido mucha incertidumbre, mucho miedo, mucho enojo con ciertas personas y comentarios en redes, con opiniones y bueno, todo lo que ha seguido a estas elecciones.
Lo que hice desde el segundo día después de los resultados fue decidir regresar a mi nube. Decidí que eso no podía afectarme al grado de quitarme el sueño, de hacerme estar enojada con familiares y amigos por su forma de ver la vida (porque sí, el ego me ha llevado a no querer convivir con personas demasiado polarizadas en estos asuntos tanto para un lado como para el otro. Yo misma me polaricé. ¿Qué locura no?).
Bueno. por ahí del 5 de junio inicié la operación "de regreso a la nube". Honestamente pensé que en un par de días volvería a ella y cuál fue mi sorpresa que no. Me sentía más tranquila, mas no en mi nube.
Empecé un trabajo de sanación profundo de creencias Y ME ENFERMÉ. O sea, no había tenido plena paz. Hasta hoy.
Lo que quiero decirles con toda esta historia es que estamos acostumbrados a resultados inmediatos. Creemos que la vida se presenta igual una y otra vez y no. Cada día, cada experiencia, cada respiración llega totalmente nueva, aunque parezca que no. Esperamos que la vida se repita y ahí, precisamente, está la magia: en que la vida no se repite. Siempre llega nueva.
Hay una frase del curso de milagros que dice "Todo llega para quien sabe esperar" (o algo así) y también otra que dice "Paciencia infinita trae resultados inmediatos".
Me apegué a mis prácticas aunque mi nube no volvía, seguía haciendo lo que sé que me devuelve a la nube. Un día sí y otro también. Aunque me seguía sintiendo con miedo. Todos los días me senté a meditar, puse mi meditación en la noche, hice mis afirmaciones, me senté a escribir mis páginas matutinas, me enfoqué en mi trabajo y hoy, dos semanas después ¿o tres? mi nube regresó.
Así que amigas y amigos, no echen en saco roto lo que sus prácticas pueden hacer por ustedes, ni quieran que todo llegue ya ya ya. Preséntense con paciencia a sus prácticas, con paciencia hacia ustedes y sus procesos.
En esta operación "de regreso a mi nube", se nos ocurrió hacer un ebook con las prácticas que me devuelven a mi nube, que son prácticas con las que nació MVI. Te dejo el Decálogo para una vida iluminada que es un ebook gratuito y puedes complementarla con la famosa meditación de la burbuja rosa que encuentras en ese mismo enlace o en los recursos gratis de la página de MVI.
Gracias por leerme,
Ale
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