Querida comunidad:
Buen día 🙂
Siento que tenía AAAÑOOOS que no me sentaba enfrente de la compu con mi cafecito a escribirles un news.
Esta entrega es muy especial para mí por varias razones:
1. Voy regresando de un viaje que me cambió la perspectiva de mí y de la vida de formas que nunca me hubiera imaginado.
2. Ayer fue mi cumpleaños y es un cumpleaños sumamente especial.
Así que empecemos con esta entrega ¿Qué les parece?
No les quiero contar todo sobre mi viaje en una sola entrega, quiero hacerlo poco a poquito porque no saben cuántas cosas aprendí, con cuántas reflexiones regresé y todo lo que me dió. Así que se los iré contando poco a poquito en cada entrega.
Resiliencia.
Algo que no dejó de sorprenderme en todo el viaje fue mirarme disfrutando la vida, agradeciendo cada momento, es más, casi no hablé de Harry. Lo pensé muchísimo, lo sentí cerquita mio y seguía en asombro total.
Porque me parecía increíble el hecho de que hoy ya me sienta bien, cuando creí que nunca iba a llegar este momento. Que siempre iba a sentir un hueco en mi corazón.
Comprobé que la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos a la adversidad es infinita. Podemos pasar los momentos más duros de la vida, sentir el dolor más profundo y creer que no vamos a salir jamás del hueco en el que estamos mas no es así.
Tenemos la capacidad de superarlo TODO, no quiero decir que sea un proceso fácil y mucho menos rápido, más de que podemos, créanme que podemos.
Este viaje me mostró que me puedo caer de la tabla cuantas veces sea, y que también puedo subirme en ella una y otra vez.
El miedo a vivir.
Imagínense que me moría de miedo de surfear, me daba miedo que me revolcara el mar. Me daba miedo que me pegara la tabla y la fuerza de la ola.
Obviamente las olas en las que surfeamos eran bajitas, mas trepada en esa tabla se sentían enormes.
Y claro que me caí y me revolcó la ola muchísimas veces, y en todas comprobé que el revolcón y la caída eran mucho menos dramáticas de lo que me esperaba.
Sí, me raspé las rodillas, si estoy toda moreteada y con un dolor en las costillas que nunca había sentido jaja (normal cuando empiezas a surfear), más ningún raspón, ningún moretón y ningún revolcón eran una razón para NO surfear.
Así que lo relacioné totalmente con la vida:
¿Cuántas veces no hacemos algo porque nos da miedo "caernos de la tabla"? ¿Cuántas veces no hemos querido enamorarnos por miedo a que nos rompan el corazón? o ¿cuántas veces no hemos probado una actividad nueva por miedo a lo que sea que pueda salir mal? ¿Cuántas veces no hemos tomado LA decisión por miedo al golpe?
Creo que muchas veces, lo que esperamos que salga mal no es tan horrible en la realidad, o no se cumple ese escenario. O, que si se cumple aplica nuestra capacidad de reponernos.
En conclusión, la GRAN enseñanza de este viaje es no tenerle miedo a vivir:
Sí, todo en la vida implica un riesgo, y sí, muy probablemente la decisión que tomes va a implicar que la ola te revuelque o que salgas con un raspón o un moretón o con un esguince en el pie, más, ¿Qué sentido tendría la vida si no la vivimos total y absolutamente?
Al final, sin importar cuántos raspones tengas, vas a sanar, te vas a reponer y vas a ser más sabix, mas libre y más feliz.
Así que recomiendo 10/10 atreverte a subirte a la tabla y disfrutar cualquiera que sea el resultado :)
Gracias por leerme. <3
Ale Karam
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