10 | mayo | 2024
Querida comunidad:
¿Cómo están?
El día de hoy los saludo muy agradecida, escribo este newsletter mientras tomo un café y mi mejor amiga escribe enfrente de mí.
Esto es demasiado especial porque ella vive en Colombia y nos vemos una vez al año, este año no había planes de que ella viniera y pues llegó de sorpresa, Isra me dio eso de regalo de cumpleaños (les escribo esto y lloro jajaja).
Siento una gratitud inmensa por este momento que estoy viviendo. La semana pasada les contaba que me sentía muy agradecida con mi vida, de a dónde he llegado y con Sari aquí, es la cereza perfecta del pastel.
En esta entrega quiero platicar contigo de los sueños. Porque amigos, yo estoy viviendo la vida de mis sueños y eso me ha llevado a reflexionar sobre lo que percibimos cuando alguien nos dice eso.
Para mí, en lo personal, antes de reflexionar en la vida que tengo, yo escuchaba o veía que la vida de los sueños de alguien y pensaba en cosas ENORMES.
Como alguien que tiene suficiente dinero como para vivir sin preocupación y comprar todo lo que quiere, viajar a donde quiere, comer lo que quiere.
Con las redes sociales se nos muestran las vidas de los sueños como gente viajando a lugares exóticos e increíbles, casas enormes y hermosas, autos de lujo.
Entonces me di cuenta que cuando yo decía "estoy viviendo la vida de mis sueños", pues no se veía como lo anterior, no es algo que pueda poner en IG y se vea grandioso y espectacular. Sentí que la vida de mis sueños era súper básica jaja.
Lo que me llevó a la reflexión que les comparto hoy:
Tus sueños pueden ser súper chiquitos para los demás, súper básicos y cotidianos, mas si eso expande tu corazón ahí es. Ese es el sueño que enciende tu corazón y ES SUFICIENTE.
Durante mucho tiempo pensé que no tenía sueños porque me preguntaban: ¿Cuál es tu sueño más grande? y mi respuesta era "una vida tranquila, vivir en calma", mientras otras personas contestaban que si tener no sé cuántos millones de dólares, o si ganar un Grammy o si actuar en una película increíble, que si conocer todos los países del mundo, que si bucear con tiburones blancos...
Todo me suena espectacular y estaría cool viajar y así, pero nada de eso es algo que viva como objetivo principal de vida, mi objetivo es vivir tranquila. Sentía que no tenía sueños.
Hasta que empecé a ser muy observadora de mi día a día y me di cuenta de que:
Me tomo el café con calma.
Me puedo a sentar a leer mil horas si quiero (el año pasado lo hice todo el verano).
No salgo al tráfico.
Vivo en un lugar que me gusta, tengo un parque cercano increíble al que me encanta ir a caminar con Peppi.
Tengo un novio con el que me río a carcajadas, nos amamos, disfrutamos la vida, nos disfrutamos, amamos salir, amamos armar planes juntos.
Me rodean personas que amo inmensamente.
Tengo un balcón con vista al cielo espectacular (y con esto lo tengo todo).
Mi trabajo es hablar de amor, escribir sueños, grabar un podcast, guiar meditaciones, reunirme con Nuri y Made a crear, reírnos y pasarla espectacular.
La vida de mis sueños se resume a estos puntos.
No, no tengo dinero infinito. No tengo millones de pesos en el banco. No viajo en vuelos privados. No soy ultra famosa, ni tengo millones de seguidores.
No tengo nada que pueda verse muy apantallante en redes sociales o que entre en el molde de la vida de los sueños que nos han vendido: dinero, fama y fortuna.
Sólo tengo la fortuna de tener mi vida en calma.
Y sí, la vida se me explota a veces: me abrumo con la vida adulta, me preocupan cosas, me sobrepasan otras... Y aún así vivo la vida de mis sueños.
Lo que quiero decirte con esto es que no importa si tu sueño es tener un Grammy o surfear en las costas de África, no importa si tu sueño es tener una cabra y hacer mermelada con frutas de tu huerto. Lo que importa es que son TUS SUEÑOS y con eso es suficiente.
¿Qué es lo que te dice la voz más auténtica de tu alma? ¿Qué es lo que más desea tu corazón? ¿Qué necesitas para hacer ese sueño realidad?
Lo segundo que quiero decirte es:
No necesitas tener todo resuelto para vivir la vida de tus sueños. Puedes tener cosas aún que solucionar y aún así vivir la vida de tus sueños.
Observa tu presente, observa tus relaciones, observa tu día a día, que te puedo asegurar que la vida de tus sueños está ahí esperando a que te des cuenta que existe, que está más viva que nunca y que sólo tienes que decirle que sí.
Gracias como siempre por leer hasta acá. Gracias inmensas por estar aquí y por ser parte de esta vida mía. 💗
Les dejo una masterclass que les recomiendo mucho, Camino de la abundancia.
Que tengas un grandioso fin de semana.
Gracias por leerme,
Ale
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