¡Querida comunidad!
¿Cómo los encuentra este correo?
Espero que plenos, felices y listos para el fin de semana.
Cuando comencé a enviarles cada semana este newsletter, a principios de este año, me acuerdo que el primero que envié estaba en Sayulita, en un hotel divino con mi novio, junto a la piscina. Hoy me acuerdo de eso porque les escribo desde otra piscina en Acapulco, y me encanta hacer esto. Porque no saben los años de la vida que soñé con hacer lo que hago, con disfrutar mi trabajo y con compartir desde el gozo y la diversión.
Siempre busco escribir este news desde un lugar así: que me de gozo y sea ese recordatorio de que ya estoy viviendo EL sueño (así esté en mi casa).
Hoy vengo a platicarles una reflexión que ha sido recurrente en mí.
¿Llego demasiado temprano a la sanación? ¿O estoy llegando demasiado tarde?
Y eso me ha llevado a la siguiente reflexión:
En la vida, SIEMPRE estamos en el lugar, en el momento y con las personas adecuadas para nuestro crecimiento y aprendizaje.
Nunca llegamos tarde a nada, ni demasiado temprano. Nuestra existencia está SIEMPRE en perfecta armonía con el orden divino del Universo.
Y con esto, no te quiero decir que te quedes en un lugar incomodísimo o doloroso, más bien, quiero decirte: ese lugar incomodísimo, precisamente está llegando a tu vida para invitarte a hacer lo necesario para salir de ahí.
Invitarte a crecer <3
Nada sucede fuera de tiempo, ni siquiera un vuelo perdido o el retraso en la cita del dentista. Nada.
Gracias por leer <3
Ale Karam.
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