26 | enero | 2024
Querida comunidad:
¿Cómo están?
Los saludo este viernes con una gripa BRUTAL. La última vez que me enfermé fue hace como un año que estaba demasiado triste por Harry. Me acuerdo que esa semana monté en cólera con muchas personas cercanas, estaba furiosa y tuve que poner ciertos límites. Dije "claro, ya sé por qué me enfermé."
Esta vez les voy a contar lo que me detonó la gripa, que pudo haber sido convivir todo el fin con mi señor enfermísimo de gripa o que justo el lunes empecé a hacer un trabajo de sanación de creencias PROFUNDÍSIMO.
Justo de eso vengo a hablarles en esta entrega:
Primero, me puse súper intensa e hice algo que no recomiendo a hacer a mis alumnos cuando están tomando mis programas y decirles que tomen una sanación a la vez, que no se metan en mil procesos al mismo tiempo. Ah pues yo, empecé con todo un curso esta semana de creación de contenido y presencia digital que me estÁ sacando absolutamente de mi zona de confort en muchos aspectos (primer cruzado de cables que detonó la gripa), y segundo me estoy poniendo al corriente con otro curso que compre el año pasado y que voy súper atrasada.
En ese segundo curso, esta semana es de "Liberación de creencias", un proceso SÚPER profundo, de miles de preguntas, de ir súper súper profundo. Toda la semana mi mente ha estado observando los lentes con los que veo al mundo, mi trabajo, mis relaciones, el dinero y, mis amores, ha estado intensito (segundo cruzado de cables jajaja).
Creo que en estos más de 10 años que llevo en el mundo de sanación he cambiado MUCHÍSIMAS creencias y liberado un montón de energía. Y creo que los lentes con los que veo al mundo son más rosas que grises, más azules que negros, más amarillitos que cafés.... mas hacer este trabajo, a este nivel de profundidad me ha maravillado una vez más.
Me maravilla porque de verdad: ¿Qué es real? ¿Qué es la realidad? Lo que conocemos como realidad está totalmente condicionado a nuestra percepción y la percepción la moldean las creencias.
No vemos el mundo como es, sino como somos.
Qué libertad tan grande saber que podemos moldear la realidad de acuerdo a lo que somos.
Esto nos beneficia de una manera increíble a nosotros los seres humanos que nos encanta la ilusión de control, no podemos controlar las reacciones de los demás, ni las situaciones. Sí puedo controlar lo que pienso sobre ellas, puedo cambiar mis creencias, puedo sanar el dolor que me hace reaccionar con agresión o tristeza, puedo aprender a hacer las cosas diferentes.
Y amigos, una vez más reafirmo la importancia del trabajo que hacemos en esta escuela, de poner en observación los lentes con los que vemos al mundo, porque entre más heridas liberemos y llenemos de amor y compasión, entre más creencias cambiemos desde la raíz, y entre más recordemos que la realidad como la vemos la podemos cambiar, ¡PUM!
Nos vamos todos juntos a una "realidad" colectiva diferente, en la que cada vez se rompen más relaciones dañinas, se ponen límites de forma amorosa, se expresan sanamente las emociones, se apoyan los sueños de los demás y se respetan las vidas de los demás.
¿Suena demasiado utópico?
Ahí les va un dato curioso:
Cuando yo empecé en este camino hace como 12 años, mis amigos y yo estábamos totalmente convencidos de que estábamos sembrando las semillas que cambiarían al mundo.
Nosotros hacíamos entrenamientos de desarrollo personal (no coaching) y rogábamos a la gente para que se inscribiera porque era algo desconocido y rarísimo.
Hace 12 años muy pocas personas meditaban, iban a terapia, hacían yoga o ejercicio. Y sobre todo, muy pocos hombres estaban en el mundo de sanación, era un mundo exclusivamente de mujeres.
Hoy 12 años después cada vez hay más hombres queriendo sanar, hombres escuchando podcast de sanación, mujeres que nunca se imaginaron meditar entran a programas de sanación, personas que eran lo contrario a este mundo de búsqueda y autoconocimiento, hoy son parte de él, grandes ejecutivos renuncian a sus corporativos para ser sanadores, profesores de yoga o tener una granja.
(Y la verdad sí les estoy hablando al tanteo, porque no quiero ponerme a buscar gráficas, mas si vemos el crecimiento de los últimos 10 años en el mundo del wellness van a ver que tengo las manos llenas de razón).
Entonces ¿estoy siendo demasiado optimista una vez más?
Yo creo que no.
Sigue habiendo eventos de mucho dolor en el mundo, muchas cosas incomprensibles, mas también cada día hay más personas eligiendo el amor, eligiendo sanar, eligiendo ser compasivos con los demás. Cada día hay más personas eligiendo mirarse para encontrarle un sentido al mundo y, como sanan, cambian sus lentes cochambrosos por unos de colores en donde aunque todavía hay dolor se ve todo más claro.
Así que estoy convencida de que si seguimos en este camino de aprender a cambiar los lentes con los que vemos al mundo, no sólo cambiamos nosotros, seguimos sembrando y nutriendo las semillas de la revolución.
¿Cuál revolución?
LA REVOLUCIÓN DEL AMOR.
Cuando nos amamos, somos capaces de amar al otro. Una persona que se ama a sí misma no perpetúa el odio, ni el miedo. Una persona que se ama a sí misma es un faro de luz para todos aquellos que están en dolor y es la invitación indirecta para iniciar el camino de sanación.
Gracias por leerme,
Ale
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