27 | septiembre | 2024
Querida comunidad:
¿Cómo están?
Este Newsletter es muy especial para mí, para aquellos que están en esta lista y me leen cada semana desde hace dos años y medio, les quiero dar las gracias porque me han acompañado a atravesar olas enormes que en su momento no me creí capaz de surfear.
Desde hace unas semanas retomé mi escritura. Dejé de escribir porque me di cuenta que me quejaba demasiado y ya no quería quejarme así que en lugar de no quejarme dejé de escribir jajaja, mas bueno, ya lo retomé y lo hice desde un lugar completamente diferente.
Ayer, en mi sesión de escritura, me di cuenta de que estaba viviendo lo que quería vivir en el 2022: Los objetivos y las metas que tenía en ese momento, los planes y el cómo me quería sentir. Todo eso lo estoy viviendo hoy. Es más, en ese momento no tenía mi cafetera de lattes y hubiera dado lo que fuera por tener un café cerca de mi casa al que pudiera ir caminando. Bueno, hace un mes abrieron un café a lado de mi casa y está delicioso, voy casi diario con Peppi y es de los highlights del día.
Algo que he incluido en mi escritura, más allá de vomitar todo lo que está en mi mente es hacerme preguntas. Entonces cuando me di cuenta de eso me pregunté: ¿Qué tuvo que pasar para que hoy yo me sienta tan plena y orgullosa de mí?
La respuesta fue: la muerte de Harry. Eso tuvo que pasar para desarmar completamente mi ego, para quedarme en los huesos y reconstruir todo lo quebrado.
Vi un resumen de lo que han sido estos últimos dos años: chingos de lágrimas, unas sesiones de terapia super confrontantes, que me dejaban peor de como llegaba jajaja; dejar de ser la overachiever, es decir, la que cumplia un objetivo e iba por el otro, la que vivía por cumplir objetivos. Pasar días sin saber qué quería o a donde iba, si MVI continuaría o qué.
Y en el proceso, tomar las decisiones en el día a día que me convirtieron en una versión mí más dueña de mí. En control de mi propia vida.
Entonces pasó lo que nunca creí que fuera a pasar: Sentí una gratitud inmensa por la partida de Harry y, aunque yo pienso que lo voy a extrañar siempre, hoy siento gratitud por ese proceso tan difícil para mí. Y no quisiera que fuera diferente. Vi mi vida hoy, con mis gatos, con quien soy hoy, con aquello en lo que se ha convertido mi rutina y no quisiera que fuera diferente. No cambiaría un solo minuto de mi historia de los últimos dos años.
No creí que eso fuera posible, no creí que algún día llegaría a este punto. Y llegué.
Amigas y amigos, hoy más que nunca creo en la sanación del alma, en la terapia, en que el duelo bien vivido dura dos años.
Hoy más que nunca creo en lo necesario que es darnos el regalo de hacer este trabajo de mirar lo que duele, aprender a ser nuestra propia contención y aprender a reconocer lo que hace falta para sentirnos completos otra vez.
La sanación es tener un cambio de perspectiva sobre algo, es resignificar una experiencia, es cambiar la opinión que tenemos de las personas y las situaciones, a una perspectiva y una opinión mucho más amorosa, que nos ayude a expandirnos y vivir en libertad.
Sanarlo todo es posible, es posible resignificar el dolor, el miedo, las heridas. Más implica tiempo y compromiso.
Amigas y amigos: SÍ SE PUEDE
Los veo en esta escuela de sanación del alma, muy pronto.
Los quiero.
Gracias por leerme,
Ale
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